Descubrid el patrimonio arqueológico gerundense anterior a griegos y romanos

La existencia en las comarcas de Girona de yacimientos de la importancia del de Empúries, Roses o Sant Julià de Ramis, de las épocas griega y romana, de una importancia primordial, ha conseguido oscurecer en ocasiones la existencia de yacimientos o monumentos de épocas anteriores, como la de los íberos o la prehistoria, también muy importantes para entender e interpretar nuestro pasado. Os proponemos en este post que descubráis alguno de estos yacimientos o monumentos de estas épocas que quizás han quedado en un segundo plano. ¡Vamos allá!

Parque neolítico de la Draga de Banyoles

La visita al Parque Neolítico de la Draga de Banyoles es una de las más entretenidas que se puede realizar, por el amplio abanico de possibilidades que ofrece, especialmente si la visita la hace en familia. El parque se puede visitar durante todo el año, a través de visitas guiadas concertadas, escolares o turísticas y se puede asistir y participar en diversas actividades o demostraciones para situar al visitante en el ambiente cotidiano del neolítico ( encendido de fuego, talla de sílex, modelado de cerámica, fabricación de cestos o tiro con arco, entre otros). El parque es uno de los asentamientos agricultores y ganaderos más antiguos del noreste peninsular. Su descubrimiento en 1990, relativamente reciente, se convirtió en una noticia importantísima y desde entonces se ha seguido excavando de forma continuada. Sin embargo, hasta el año 2000 no fue visitable por el público general. El lago de Banyoles, de origen kárstico, se abastece de aguas subterráneas y, originariamente, era drenado en su orilla oriental por un pequeño río, el actual Terri. Este río, en su salida del lago, creó una zona de humedales en la orilla norte del lago de unos 8.000 m², donde se encuentra la Draga, que tenía la forma de una península que se adentraba en el agua, con una pendiente suave y continuada. La conservación de los restos orgánicos de materiales vegetales, desde los restos de las cabañas hasta los utensilios realizados en materiales vegetales, es extraordinaria y hace que la Draga sea uno de los yacimientos primordiales en el estudio del neolítico en Europa. El parque cuenta con unas instalaciones que permiten desarrollar un proyecto educativo cuyo objetivo es conocer la forma de vida de los primeros agricultores y ganaderos del noreste de la península. La propuesta didáctica se fundamenta en el desarrollo de actividades en el marco de unas réplicas de cabañas y espacios característicos del neolítico, como zonas de cultivo de diferentes variedades de cereales.

Una visita a las Cuevas de Serinyà. Foto: JOAN CASTRO-ICONNA. Arxiu Imatges PTCBG

Parque prehistórico de las cuevas de Serinyà

Actualmente el Parque prehistórico de las cuevas de Serinyà sólo está abierto parcialmente, porque se están haciendo obras de remodelación para que cuente con un centro de interpretación que le convertirá en una visita obligada. En la visita actual se pueden ver las cavidades más importantes del parque: la cueva de l’Arbreda, la cueva de Mollet y, sobre todo, la cueva del Reclau Viver. La cueva de la Arbreda no conserva su forma original, pero es el yacimiento más importante del lugar por la gran riqueza de ocupaciones humanas que se sucedieron, especialmente desde el paleolítico medio y superior. La cueva de Mollet ha conservado bastante bien su forma original, aunque también ha perdido una parte de la visera exterior y es la que contiene la presencia humana más antigua de las cuevas del Reclau, de hace unos 200.000 años, en los inicios del paleolítico medio. Por último, la cueva del Reclau Viver es la que mejor conserva su aspecto original. Está dividida en dos salas: la entrada o vestíbulo que todavía conserva el techo intacto y la galería o pasillo que tiene gran parte de la cubierta hundida. El hecho de que parte del yacimiento esté en obras limita enormemente la cantidad y el tipo de actividades que se pueden realizar, por lo que actualmente sólo se pueden visitar las cavidades. Sin embargo, atentos para cuando se hayan terminado las obras del centro de interpretación, porque entonces se prevé que se pondrá en marcha un amplio abanico de actividades de todo tipo, de divulgación y promoción del yacimiento, pero también pedagógicas, dirigidas a centros educativos y también a un público familiar.

Una imagen del yacimiento ibérico Puig Castellet. Foto: MOLL.

Yacimiento ibérico Puig Castellet, Lloret de Mar

La lista de yacimientos ibéricos en este país debe ir definitivamente encabezada por el de Ullastret, que además es sede del Museo de Arqueología de Cataluña, pero nosotros queremos hablaros de otro no tan conocido pero también muy potente e interesante , como es del recinto fortificado íbero de Puig Castellet, de LLoret de Mar. El yacimiento se encuentra en una colina y desde el rellano en el que está situado se domina la línea de costa de la desembocadura de la Tordera hasta el extremo oriental de la playa de Lloret. El asentamiento tuvo una vida aproximada de unos cincuenta años durante el siglo III a.C., coincidiendo con las llamadas Guerras Púnicas. El Puig Castellet fue construido entre la primera y la segunda de estas guerras hacia el 250 a. C. y fue abandonado definitivamente poco después del final de la segunda, alrededor del año 200 a. C. Durante estos tiempos difíciles fue un punto de vigilancia sobre el mar para asegurar la defensa de los otros asentamientos cercanos, especialmente del gran poblado de Montbarbat. Comparado con Ullastret, Puig Castellet es un yacimiento modesto, tiene una forma pentagonal y está limitado por murallas en tres de sus esquinas. En el interior se encuentran once espacios rectangulares adosados a la muralla, divididos en habitaciones y dejando un área central libre, donde se excavaron un conjunto de fosas para recoger el agua de lluvia, funcionar de vertedero o captar el agua del subsuelo. Además, encontramos uno de los tres hornos con los que contaba el recinto. Se realizan visitas guiadas a este yacimiento, donde es posible conocer el origen del actual Lloret de Mar, sobre todo en verano.

Interior de un dolmen en un moment de una visita guiada, en Santa Cristina d’Aro. Foto: Miquel Millan. Arxiu Imatges PTCBG

Megalitismo en las Gavarres, e-rutas

Les Gavarres es un macizo montañoso que se extiende desde el mar, en el Baix Empordà, hasta la ciudad de Girona, abrazando una amplia franja de unos 21 km. El macizo se encuentra entre las llanuras del Empordà y la Selva y ha sido desde época prehistórica, un lugar de hábitat y explotación de recursos naturales importante. La presencia del ser humano durante la prehistoria se ve reflejada por la alta concentración de megalitos, estructuras monumentales hechas con grandes piedras de diferentes tipos, formas y tamaños. Se trata sobre todo de dólmenes, cistas y menhires, monumentos funerarios característicos de la prehistoria. El Empordà es la región megalítica de Cataluña más importante de todas. Se encuentran todos los sepulcros llamados de corredor, una de las tipologías de tumbas más antiguas. Para conocer el megalitismo en las Gavarres existen unas e-rutas promovidas por miembros de la Universidad de Barcelona, a partir de las cuales, además de conocer mejor este patrimonio megalítico, también facilitan el conocimiento de la historia, el poblamiento y el entorno natural de las Gavarres. Se trata de dos rutas electrónicas que pueden seguirse mediante un GPS, un smartphone o un ordenador. La E-Ruta marca el camino y muestra los puntos de interés más importantes. Estos enlazan a diferente información relativa al megalitismo, al poblamiento y la naturaleza del macizo. La primera ruta se llama Los dolmenes de Fitor y es una ruta circular muy fácil, ideal para hacer con niños pequeños o personas con movilidad reducida. La segunda ruta es Los dólmenes de la Serra de Cals y también es una ruta circular de dificultad moderada de poco más de 10km (4 horas) que recorre la Serra de Cals y parte de la Serra Mitjana. Esta ruta permite descubrir la gran variedad del megalitismo presente en la zona norte de las Gavarres, con 10 monumentos megalíticos.

Imagen destacada: Parc de la Draga, de Banyoles. Foto: Miquel Millan. Arxiu Imatges PTCBG