El Museo Arqueológico de Empúries, Guillem Rocas y ‘La seducción de Venus’

Guillem Rocas (Torroella de Montgrí, 1946) es un artista fascinado por las ruinas de Empúries y los paisajes del Empordà. Rocas se ha interesado siempre por el mundo clásico y, en particular, por las ruinas de Empúries y por algunas de las piezas del fondo del museo, de manera que un día u otro se tenían que reunir los tres elementos de la ecuación: Rocas, el arte y Empúries. El resultado de esta conjunción es una exposición en que “el arte y la arqueología se dan la mano”, la exposición titulada La seducción de Venus. Una mirada retrospectiva a la obra de Guillem Rocas, que se puede visitar en el Museo de Arqueología de Cataluña de Empúries desde el pasado 10 de enero hasta el 23 de abril de este año. La muestra reúne cuarenta obras, algunas de grandes dimensiones, la mayoría óleos sobre madera y tres cuadros de técnica mixta, que repasan la trayectoria de este artista surrealista y simbolista enamorado de les paisajes del Empordà.

Exposició_Guillemrocas

Guillem Rocas, cautivado por la luz del Empordà –reside desde muy joven en Palafrugell-, es un observador muy atento del entorno y la temática de su obra proviene tanto de sus vivencias e inquietudes más íntimas, como de su paisaje más próximo. Rocas destaca por el dominio del dibujo y una técnica pictórica, a menudo detallista, que consigue efectos luminosos de volumen, necesarios para acentuar las composiciones simbólicas, surrealistas y oníricas. En los fondos de playas, de humedales, de rocas y acantilados, perfilados por unos cielos a menudo tapados, cargados, densos, encontramos un elemento omnipresente, esencial y mágico, obsesivo, el macizo del Montgrí. Aunque su perfil ha sido sintetizado hasta la abstracción en una geometría básica, primaria y pura. Un segundo componente, siempre presente, son las becadas, que se refleja en los cuadros como las aves liberadoras de los tormentos de juventud. Un último referente ineludible son las alusiones al elemento clasicista que se manifiesta como uno de los motivos que surge de la admiración que Rocas siente por el mundo clásico y particularmente por Empúries, referente de su infancia, con la presencia de guerreros, filósofos y pensadores, divinidades y, por encima de todas, la Venus emporitana, símbolo primigenio de feminidad y de fertilidad. La visión histórica no se detiene en este punto, sino que vemos a menudo en su obra una evocación medieval y un sentido crítico con la religiosidad católica. Con estos componentes, las pinturas de Guillem Rocas reflejan un microcosmos personal, en el que la composición surrealista transmite un impulso y un sentimiento enigmático e inquietante. La exposición se puede visitar, de manera gratuita, en la sala de exposiciones temporal de Empúries, con la entrada al yacimiento.