La Garrotxa: entre la tradición y la vanguardia

El río Fluvià es el eje que vertebra la comarca prepirenaica de la Garrotxa, una de las más bellas de nuestro país si hablamos en términos paisajísticos, riquísima en cuanto a patrimonio natural y cultural, este último extraordinario en cuanto a cantidad y calidad y con una intensa y dinámica vida asociativa, lo que implica una tradición viva y en continua evolución, preservando siempre su esencia. La Alta Garrotxa se caracteriza por lo accidentada que es, como corresponde a una zona montañosa, prepirenaica, y además le otorga el nombre, ya que garrotxa significa tierra abrupta, por la que es difícil andar. El relieve de la Baixa Garrotxa, en cambio, es más suave, con bastantes extensiones de prado y es más poblada. Es donde se encuentra la capital, Olot, pero también una ciudad que había sido de las importantes del Principado y con un pasado medieval bien patente: Besalú. En este post os haremos cinco propuestas para disfrutar de la comarca, de sus paisajes y patrimonio cultural a través de actividades que se desarrollan todo el año. Algunas de forma continuada y otras de forma puntual, como los festivales.

Una imagen de una actuación el el Sismògraf. Foto: Olot Cultura.

Ruta RCR Arquitectes

Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta son RCR, el equipo de arquitectos con sede en Olot que en 2017 ganaron el prestigioso Premio Pritzker de arquitectura y que han situado la comarca en el mundo, no sólo cuando se establecieron en Olot, sino porque son los responsables de varios proyectos que se han desarrollado en la Garrotxa. El rasgo distintivo de cualquier proyecto de RCR es el diálogo que éste mantiene siempre con su entorno y su historia, especialmente si éste es natural. El trabajo de RCR no renuncia en absoluto a la modernidad, ni tampoco obedece a los corsés formales, es de una libertad radical con referencias e influencias globales que dan a su trabajo un carácter universal. Esta habilidad de, partiendo de lo local, proyectar una obra global es una de las características más valoradas del despacho garrotxí de arquitectura. La ruta que os proponemos, que en función del tiempo que tengáis se puede hacer a pie, comienza por el Espai Barberí, en la misma sede de los arquitectos (una antigua fundición), pasa por las instalaciones y los pabellones del restaurante Les Cols de Olot, que son espacios privados; el conjunto que forman el pabellón de baño Tossols-Basil, una construcción situada junto al Fluvià a su paso por Olot y la cercana pista de atletismo, que es un prodigio de integración de una instalación deportiva a la naturaleza, en medio de un bosque de robles centenarios; la intervención paisajística de RCR en el Parque de Pedra Tosca de les Preses, delimitando un itinerario que se adentra por una zona de paredes de piedra seca; el paseo de Ramon Guillamet de Olot también es obra de estos arquitectos garrotxins y, por último, el centro de información de Can Serra, que acoge uno de los equipamientos informativos del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, es otro ejemplo de la integración de un equipamiento en el paisaje, en este caso situado en el aparcamiento de la Fageda d’en Jordà. La guardería El petit comte de Besalú, proyectada también por RCR, vendría a ser el bonus track de la visita, que se puede hacer (al menos desde el exterior) yendo o volviendo de la capital.

Espai Cràter

El Espai Cràter, situado muy cerca de la plaza de toros de Olot, en el interior del volcán del Puig del Roser, se inauguró el pasado mes de marzo y os aseguramos que es digno de visitar. Olot, como bien sabéis, es una ciudad íntimamente vinculada al vulcanismo, ya que se trata de una localidad construida en tierra volcánica y esto explica la existencia, primero, del Museo de los Volcanes y después, del Espai Cràter, que le toma el relevo. Según el director del nuevo espacio, se trata de un centro de referencia del vulcanismo en Cataluña y aspira a ser uno de los más importantes del estado y de Europa. El Espai Cràter, un centro expositivo radicalmente contemporáneo, está dotado con la tecnología museística más moderna (audiovisuales, videomapajes, pantallas táctiles, realidad virtual, 3D, experiencias inmersivas, ludificación…). El edificio que alberga el centro está concebido como un elemento más de la experiencia y cuenta con una exposición totalmente interactiva, pensada para todas las edades, que es una referencia en el mundo de la vulcanología. La joya de la corona del centro expositivo, que está bajo el nivel del suelo, es la sala interactiva con capacidad para entre 80 y 100 personas, donde el visitante podrá conocer cómo y cuándo se formó la zona volcánica de la Garrotxa, que tiene unos 40 conos identificados, los primeros surgidos hace 700.000 años. Además, el visitante conocerá otros aspectos importantes, como el histórico de los terremotos más remarcables que se han producido en Cataluña, los tipos de erupciones que existen (a través de pantallas táctiles) e identificará los diferentes materiales piroclásticos que expulsa el cráter . La experiencia llega a tal punto que el visitante podrá crear su propio volcán, eligiendo los porcentajes de gases y óxido de silicio que expulsará. También podrá provocar pequeños movimientos sísmicos a partir de su propio salto. Una visita ideal para realizar a lo largo de todo el año y en familia.

Una imagen del interior del Espai Cràter. Foto: Turisme Garrotxa.

Museu dels Sants de Olot

El Museu dels Sants de Olot es uno de los focos de atención de la comarca de la Garrotxa, por su singularidad. Este equipamiento tiene como finalidad presentar el oficio que supone la fabricación artesanal de imaginería religiosa, pero también tiene la intención de ampliar el abanico de acción y es por ello que dedica también una especial atención al resto de oficios artesanales, en la cultura popular y tradicional y en la vida y obra del escritor y pintor Marian Vayreda, uno de los socios fundadores de El Arte Cristiano, el primer taller de imaginería de la ciudad, junto con su hermano Joaquim y con Josep Berga. El museo tiene su sede en un edificio neogótico del siglo XIX que empezó a construirse en 1980, por encargo de Joaquim Vayreda y siguiendo un proyecto del arquitecto modernista Joaquim Codina. Marian Vayreda, autor de la obra literaria La punyalada, vivió en la primera planta del edificio, conocido como el Arte Cristiano. En el Museu dels Sants encontraréis actividades para hacer con niños de todas las edades, que podrán conocer todos los rincones y la esencia del equipamiento a través del juego y la experimentación. Se puede pedir un cuaderno de actividades para realizar a lo largo de la visita y también se puede participar en la actividad que actualmente es la preferida del visitante y que se realiza cada sábado: el escape room Un sacco di sangue. Los participantes, divididos en grupos o por libre, tendrán 70 minutos para resolver el misterio que les permita salir del museo, donde desde hace algunas semanas han llegado una serie de amenazas inquietantes y el peligro parece ya inminente. La entrada al museo para menores de 16 años es gratuita.

Una de las salas del Museu dels Sants d’Olot. Foto: web del Museu dels Sants.

Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa

Ésta no es una sola visita. Pueden ser unas cuantas y no pocas, porque el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa tiene unas dimensiones considerables. Lo forman once municipios y tiene una extensión de unas 15 mil hectáreas. De hecho, este parque es el mayor exponente de paisaje volcánico de la península Ibérica, ya que cuenta con una cuarentena de conos volcánicos y más de 20 coladas de lava. La orografía, las características del suelo y el clima favorecen el crecimiento de una vegetación variada y a menudo exuberante, con encinares, robledales y hayedos de excepcional valor paisajístico. El parque dispone de hasta 25 itinerarios pedestres, que transcurren por sus localizaciones más interesantes y la gran mayoría están señalizados. La zona central del parque es la de mayor afluencia de visitantes y las recomendaciones de los responsables de la conservación es que se vaya temprano y para que la visita sea más provechosa, se recurra a los guías acreditados por el parque. Éste cuenta con varios espacios museísticos, lugares de especial interés y de visita obligada para conocer aspectos importantes del parque natural. Los visitantes disfrutarán y conocerán la zona a través de carteleras informativas, itinerarios a pie señalizados y material interpretativo. Existen hasta seis espacios interpretativos de este tipo en el ámbito del parque natural: el del volcán del Montsacopa, el de los volcanes de Sant Marc y del Puig Roig, el del Croscat, el de Rocanegra, el de Santa Margarida y el del Boscarró y Molí Fondo. No tenemos ninguna duda de que seréis muy respetuosos con el espacio y seguiréis en todo momento las indicaciones establecidas para su visita, contribuyendo decisivamente a su preservación.

Una imagen aérea parcial del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Foto: Turisme Garrotxa.com

Festivales Lluèrnia & Sismògraf

Cuando decimos que la Garrotxa también es vanguardia nos referimos, además de la cuestión arquitectónica (RCR) y gastronómica (Les Cols, por ejemplo), a las artes escénicas y plásticas. Una muestra de ello son dos festivales muy particulares, ambos con una gran aceptación popular, democratizadores de la cultura y de una remarcable contemporaneidad. El grado de aceptación de estos dos festivales entre la población olotina y de las comarcas de Girona es elevadísimo e incluso tienen una nada despreciable proyección nacional e internacional. Nos referimos, obviamente, al Festival de la Luz y el Fuego, el Lluèrnia, que se celebrará del 10 al 12 de noviembre, y en el festival que detecta el movimiento, el Sismógraf, una reformulación del festival contemporáneo por excelencia de las comarcas de Girona en lo que se refiere a las artes escénicas, el Panorama (PNRM), que también nació en Olot. Lluèrnia, que este año llega a la séptima edición ya consolidado, quiere visualizar la relación de la ciudad de Olot y su entorno con el fuego de los volcanes y cómo este origen ha ido transformando, no sólo la orografía y el paisaje, sino el mismo carácter y la cultura de la gente de la Garrotxa. Esta fiesta de la luz proporciona imágenes de una belleza inusual y pueden verse instalaciones que resultan impresionantes. El Sismógraf, por su parte, es un ciclo maravilloso que llena las calles y plazas de Olot de danza, durante un fin de semana entero de abril (habitualmente el tercero, hacia Sant Jordi). Sin embargo, el festival desborda estas fechas e incluso el ámbito de la ciudad de Olot, ya que se celebran «réplicas» fuera de estas fechas y en otras localidades de la Garrotxa. En la página web del festival existe una definición muy atinada de lo que es el Sismógraf: “El festival que detecta el movimiento del cuerpo y del planeta. Una celebración de la danza y las artes vivas que florece cada primavera en medio de un ecosistema cultural vivo y cambiante, cercano y global. Un festival situado y consciente. Situado en el paisaje que nos define y en complicidad con el resto de paisajes del mundo. Consciente de lo que nos rodea y buscando realizar aportaciones desde las artes y la creación. Un proyecto sostenible en constante transformación”.

Uno de los montajes del festival de la luz y el fuego de Olot, en el patio del Hospici. Foto: Lluèrnia.