La localidad de Ripoll es considerada la cuna histórica de Cataluña, donde reposan los restos numerosos condes y reyes que han configurado nuestra historia. Es tierra de cuentos sobre hadas y abadesas, pero también es tierra de progreso y transformación, entendido como un proceso de cambio que impulsa la economía de la zona y, en definitiva, del conjunto del país.
Turismo Científico de la Fundació Recerca y la Diputació de Girona, con la colaboración de los consejos comarcales, los ayuntamientos, oficinas de turismo y diversas entidades, han elaborado una serie de itinerarios por las comarcas gerundenses que quieren ser una alternativa al turismo convencional, ofreciendo una propuesta con un valor añadido de conocimiento científico y sostenible. Cada ruta está concebida a partir de un tema específico, relacionado con la ciencia y alrededor del cual se puede organizar una salida de fin de semana. En cada comarca hay un hilo del que tirar y en este post os proponemos tirar del hilo del Ripollès, un itinerario bautizado como la Ruta de la Transformación. Turismo y ciencia, ¡una alianza imbatible!
¿Qué propone la Ruta de la transformación? Una visita al Mas Lladré, explotación agroganadera familiar, productora de carnes y lácteos; otra a las minas de Can Paloca, un ejemplo claro de cómo la actividad minera marcó y transformó la vida de los ripolleses y dejó un rico patrimonio; otra visita inexcusable al completísimo Museo Etnográfico de Ripoll, memoria viva que nos ayuda a entender una sociedad a partir de su patrimonio; otra al Molí Petit, un molino de harina que acoge el Centro de Interpretación de las Riberes de l’Alt Ter; también queremos que visitéis la Farga Palau de Ripoll, un antiguo taller donde se transformaba el mineral en hierro, que inició su actividad en el siglo XVII, la cual se prolongó durante cinco siglos, hasta 1978 y actualmente es la única fragua completa que se conserva en Cataluña.
Para finalizar, la última propuesta es la visita al Valle de Camprodón y conocer los usos del bosque en localidades como Llanars, primer municipio en acoger calderas de biomasa, o Setcases, una localidad muy vinculada a la transformación de la madera. Y a todo esto, se puede añadir una gastronomía rica y variada y unos paisajes que os enamorarán.